COMO UN HOMBRE PIENSA, ASÍ ES SU VIDA
(As a Man Thinketh)
¿Cómo te fue con el ejercicio de la sesión anterior?… No es fácil, pero como todo, es cuestión de práctica. Lo más importante es eso, que poco a poco vayamos tomando el control de nuestros pensamientos ya que a fin de cuentas son los que generan los resultados de nuestra vida y nos hacen ser quienes somos.
Ten paciencia, es cuestión de ejercitarnos diariamente al igual que un deportista que se prepara para la competencia más importante de su vida. Para animarte, hay algo que comentaré más de una vez: Después de cinco años de explorar el tema del éxito y la realización personal, te puedo asegurar que el común denominador de la gente exitosa, no es el talento ni las habilidades, sino la determinación y la persistencia o sea NO rendirte. En esta segunda sesión continuemos trabajando en “descubrirme, en desenmascarar” lo que pienso…
Pasemos ahora al primer capítulo del libro…
- Pensamiento y Carácter
El Aforismo (Sentencia breve y doctrinal que se propone como regla en alguna ciencia o arte.), “Como un hombre piensa en su corazón, así es él,” no sólo abarca su ser, sino que incluye cada condición y circunstancia de su vida. Una persona es, literalmente, lo que piensa, siendo su carácter la suma de todos sus pensamientos.
Así como una planta brota a partir de su semilla, -y no podría ser de otra manera-, así cada acción de una persona brota de las semillas invisibles del pensamiento, y no podrían existir sin ellas. Lo anterior es aplicable por igual a aquellos actos considerados “espontáneos” y “no premeditados” (inconscientes) como a aquellos que son deliberadamente ejecutados.
Las acciones son brotes del pensamiento, y la dicha y el sufrimiento son sus frutos; De este modo el hombre cosecha los frutos dulces y amargos que él mismo siembra.
Los pensamientos en la mente nos hacen lo que somos
Nos forjan y moldean.
Si albergas en tu mente pensamientos inferiores,
el dolor te seguirá como sigue el arado al buey.
Si en cambio tus pensamientos son elevados,
te seguirá la dicha como tu propia sombra,
es un hecho.
El desarrollo del hombre está gobernado por leyes, no por artificios, y la ley de causa y efecto es tan absoluta e inevitable en el reino oculto de los pensamientos, como lo es en el mundo de los objetos visibles y materiales.
Un carácter admirable no es asunto de azar o de favor, sino el resultado natural de un constante esfuerzo en albergar los pensamientos correctos, el efecto de una muy larga y apreciada asociación con pensamientos admirables. Un carácter innoble y bestial, por el mismo proceso, es el resultado de pensamientos viles albergados continuamente…
COMENTARIOS:
“Una persona es literalmente lo que piensa, siendo su carácter la suma de todos sus pensamientos.” James Allen entra en materia de una manera reveladora y contundente pues centra su atención en nuestra manera de pensar y la influencia que tiene esta sobre toda nuestra vida, en nuestra manera de ser y actuar, en los resultados que obtenemos e incluso, hasta en las características del entorno o ambiente que nos rodea.
Acto seguido, Allen plantea un símil de la mente como si esta fuera un jardín “Así como una planta brota a partir de su semilla, -y no podría ser de otra manera-, así cada acción de una persona brota de las semillas invisibles del pensamiento, y no podrían existir sin ellas.” Las semillas de manzana, producirán manzanas y las calabazas vendrán a su vez de semillas de calabaza, no puede ser de otra manera. Las semillas son nuestros pensamientos y los frutos son nuestras acciones y resultados. Todo lo que hacemos y el cómo lo hacemos está derivado de lo que pensamos y del cómo lo pensamos.
Podría decir también a manera de ejemplo que nuestra mente es como una computadora nueva, y que viene apenas con las funciones básicas, prácticamente no hace nada todavía. Empieza a funcionar y a dar resultados productivos conforme le vamos “instalando” programas o aplicaciones (el “software”). Esos programas en nuestra mente son esas semillas a las que hace referencia Allen. Lo interesante viene a ser que no somos solamente nosotros mismos los que hemos “instalado” programas en nuestra mente, pues aún antes de nacer, nuestros padres y el medio ambiente han ido sembrando “semillas” que hoy nos hacen pensar, actuar y reaccionar como lo hacemos. Otros dirían que “nos han educado” de tal o cual manera. Dicho de otra manera, actuamos de acuerdo a nuestra “programación” mental.
ACCIONES:
- Sigamos atentos a lo que estamos pensando durante el día, vayamos descubriendo cuáles son los “programas” o “semillas” que traemos instalados o sembrados. Probablemente desde muy pequeños “alguien” nos dijo frases como estas: “tú jamás serás bueno o buena para… esto o para aquello…” o tal vez: “las buenas oportunidades son sólo para los ricos…”, “la economía del país está en muy malas condiciones, por eso no podemos progresar…” (En realidad cada día se ven en la calle más autos de lujo), “Debemos ser realistas…” (Si todos fuéramos realistas no habría inventos, ni descubrimientos, ni humor), etc. Pueden ser cientos o miles las semillas que traemos “sembradas” en las diferentes áreas de nuestra mente y que hoy son el freno o la limitante para ser quien aspiramos a ser.
- De ahí la importancia de detectar esa hierba mala, la cizaña que ahoga o ensucia el jardín de nuestra vida y nuestro futuro. Hay que detectar esas “semillas de cizaña mental” para ir arrancándolas de nuestra mente, del subconsciente.
- Hoy es el momento de limpiar “nuestro jardín mental” de ir sustituyendo esas viejas semillas por nuevas y sanas, esto lo haremos con afirmaciones como: Yo soy… (Lo que tú quieres ser); Yo puedo… Yo tengo… Yo soy una persona de éxito… Yo soy un triunfador / triunfadora… Yo soy… (Quien yo decida ser)… Recuerda lo que dijo Henry Ford, el fundador de la gran fábrica de automóviles: “Tanto si piensas que puedes como si piensas que no puedes, tienes razón.”
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